El escarabajo vuelve a presentarse nocturno.
Entre sábanas canta su balada meloso y embriagador de perfumes.
La buena uva bebida y dispersa en el cerebro, quedó estancada para que naden los delirios de un sueño interminable.
En el paisaje una colina.
Y en la colina mi presencia se dibuja solitaria hasta que llega la figura del hombre indicado para compartir los menesteres de una imágen que debería perpetuarse.
Fotografía de una velada sin fin.
Afortunadamente el escarabajo canta alto, y su voz deja en claro por la mañana que he soñado lo correcto como para sobrellevar el dia con sonrisas como esculpidas en mi rostro.
Es verde el entorno.
Sobre el cesped nuestros cuerpos harán las formas del amor hasta agotarnos de besos.
Soy la mujer de ninguna parte...Como en la canción...
Tomando mi mano el hombre me entrega su boca para mi sorpresa; y mi aceptación inmediata relata lo vivido anteriormente sobre una colina que fue figurativa. Ese colchon era real.
Intercambio de sustancias.
El escarabajo presta atención mientras su voz repite las alabanzas de una noche perfecta donde por todos los sentidos hubo placer.
Y alli seguimos. Tumbados sobre una hierba que de tan pura emana aromas aún en el subconciente que es motivado por una pronta repetición en vivo.
El viento nos mima. Se puede sentir.
Afuera el verano hace estragos con sus clásicos de diciembre, pero en mi cabeza estamos resguardados; no hay nada que temer. Todo es calma en la colina de mi mente.
El escarabajo sigue sonando. Sigo siendo la mujer de ninguna parte esperando en mi tierra de nadie...Como en la canción...
Y aunque llegue la manaña no habrá nada que se anime a enturbiar el recuerdo de un sueño que de tan liberador asusta.
Voy a recordarlo. Será mi refugio hasta soñarte de nuevo.
Calla el escarabajo. Es hora de descansar. Hay poca cama y mucho ingenio por musicalizar. Y alli estaré para buscarlo entre la frescura del pasto y las comisuras de tus labios.
Entre sábanas canta su balada meloso y embriagador de perfumes.
La buena uva bebida y dispersa en el cerebro, quedó estancada para que naden los delirios de un sueño interminable.
En el paisaje una colina.
Y en la colina mi presencia se dibuja solitaria hasta que llega la figura del hombre indicado para compartir los menesteres de una imágen que debería perpetuarse.
Fotografía de una velada sin fin.
Afortunadamente el escarabajo canta alto, y su voz deja en claro por la mañana que he soñado lo correcto como para sobrellevar el dia con sonrisas como esculpidas en mi rostro.
Es verde el entorno.
Sobre el cesped nuestros cuerpos harán las formas del amor hasta agotarnos de besos.
Soy la mujer de ninguna parte...Como en la canción...
Tomando mi mano el hombre me entrega su boca para mi sorpresa; y mi aceptación inmediata relata lo vivido anteriormente sobre una colina que fue figurativa. Ese colchon era real.
Intercambio de sustancias.
El escarabajo presta atención mientras su voz repite las alabanzas de una noche perfecta donde por todos los sentidos hubo placer.
Y alli seguimos. Tumbados sobre una hierba que de tan pura emana aromas aún en el subconciente que es motivado por una pronta repetición en vivo.
El viento nos mima. Se puede sentir.
Afuera el verano hace estragos con sus clásicos de diciembre, pero en mi cabeza estamos resguardados; no hay nada que temer. Todo es calma en la colina de mi mente.
El escarabajo sigue sonando. Sigo siendo la mujer de ninguna parte esperando en mi tierra de nadie...Como en la canción...
Y aunque llegue la manaña no habrá nada que se anime a enturbiar el recuerdo de un sueño que de tan liberador asusta.
Voy a recordarlo. Será mi refugio hasta soñarte de nuevo.
Calla el escarabajo. Es hora de descansar. Hay poca cama y mucho ingenio por musicalizar. Y alli estaré para buscarlo entre la frescura del pasto y las comisuras de tus labios.
*El título hace referencia a "Nowhere man" the The Beatles.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario