La casa esta algo alborotada. Pero su desorden tiene todo el permiso de ser.
Algo se agita en su interior. Tiemblan las paredes.
Un tsunami de líquidos trasforman el lugar. Espasmos rompen las membranas de un hogar que es cálido por sobre todo. Un monoambiente perfecto donde habitar es bello; respirar es unico; y vivir es temporal.
Con contrato firmado a nueve meses, la fiesta dura toda la vida aún cuando el pequeño espacio queda vacio. Mientras tanto, la música traspasa sus finas capas para enseñarle de a poco como es el afuera a su inquilino.
No va a hablarte; pero de alguna manera respnde a tu voz y a las voces que le gustan y ya reconoce. Dando saltitos de alegría, de a poco va gritando que ya le queda chico el sitio. Desde que llegó viene contemplando movimientos y descubriendo sensaciones, al tiempo que yo, su locataria, voy percibiendo como todo cambia con cada dia vivido. Nunca es igual: durante el dia la danza; el baile apresurado; las vueltas y volteretas. Por la noche el querer descansar; acomodarse en su cuna natural; cerrar los ojos; dormir; pretender la calma.
Todavía estas ahi; en ese cómodo habitáculo preparado por mi para ti....No te encariñes demasiado hija...ya llega el dia...ya quiero conocerte... Viene octubre con toda la intencion de desalojo; pero no te asustes: el mundo es enorme, tan grande como para vos, papá y yo. Con todo lo bueno y lo malo que puede tener, pero con nosotros aca para cuidarte hasta que decidas vos misma ir por la vida buscando veredas que caminar.
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nota: * Leo García. "Nadie Salva".
