De Habitáculos y subconciencia...

El habitáculo, tan profundo como un estertor, es perfecto aún en su pequeñez poco visible.

Morado por agentes de los más diversos, da rienda suelta a los límites de sus propios estereotipos.

Contrariando a la razón; perfilando a la locura como su obra cumbre.

Plagado de escaleras, blancas escaleras que mueven pies hacia el ruido que provocan otros que no son de allí.

Manifestaciones continuas de entes que protestan en el sitio equivocado.

El habitáculo, tan inestable como el clima de las costas de plata, es infinito en cuestiones del querer.

Todo se conjuga dentro de él.

"Amor vs Odios.

OH Dios... te amo..."*

Se combinan los anatómicos deseos personalizados.

Se realizan los escandalosos y anónimos desastres.

Mezcla rara de humanidad y botellas;

de caracoles y tristezas.

El habitáculo, tan auténtico como la fe que lo secunda, deja de ser oscuro cuando entra luz provista de calma.

Deja de ser claro cuando se apagan las paredes nerviosas del miedo.

A veces se normaliza cuando permite que lo invadan narcóticos anhelos de sueño prolijo.

El habitáculo, tan extremadamente adorado, tan violado por sus normas siniestras, tan marioneta de mis absurdas propuestas,

comete los más preciosos errores aún queriendo encontrar el sendero más certero.

Inevitable a la hora de soñar.

Inoportuno a la hora de opinar.

Inexistente al despertar.

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nota: * Fragmento de Moiré, Soda Stereo. de Sueño Stereo.

sugerencia: leer escuchando "dream about me" de moby. cd hotel.

Borges en mi andar.

Un sentimiento Borgiano me invade, mientras por la avenida, mis pies, van ligero hacia la nada.
Es fria la noche cuando mayo ya está en la mitad de su curso. Un abrazo de bufandas es el único abrigo. Un par de manos sustitutas, de ficción, protegen mis diez extremidades de la helada.
Solo puedo pensar en las posibilidades acerca de otra posibilidad: nacer de nuevo; resucitar sin ánimos de morir. Escurrir etapas. O simplemente, anunciar las cosas que haría si pudiera vivir la vida nuevamente.
El Jorge Luis de mi sentimiento Borgiano, sabía que la parca golpeaba su puerta; en mi, la flor aún soporta inviernos aunque pierde tallos por pisadas ajenas.
Enumerar lo no vivido.
Divagar con lo no ocurrido.
Si pudiera contar regresivamente hasta llegar a cero, volvería a parirme para conocer ese dolor al que llaman placer.
LLoraria menos, o más, pero por cuestiones por las que quizás no lo hice.
Miraría menos hombres; desearía menos hombres; soñaría con menos hombres; menos hombres menos problemas. Evitaría sentir amor cada vez que supe que debía evitarlo.
Me quedaría con el dolor que ocasionaron aquellos que sí me amaron.
Comería remolacha.
Prendería estrellitas navideñas y encendería varillas de colores que vayan más alla de los cielos.
Escarbaría más en la tierra. No me lavaría las manos tan seguido.
No ahorraría dinero si lo tuviera; no me preocuparía si escaseara.
Atendería a mi psicólogo.
Aracnofobia perdida por knock out.
Sin hombrecitos "feliz". Sin menudas resignaciones maternas.
A pura sonrisa. A puro vos y yo.
A puro disfrute.
Siempre con música. Toda la música. A viva música.
Pero, ya ven, me queda un trecho no estrecho por andar.
Quizá en mi vida de mañana pueda realizar los cometidos de mi ego;
ó simplemente satisfacer los reclamos de mi alma confundida.

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Nota: Ciertamente omito "explicar" que, Borges en mi andar, parafrasea éfectivamente el Poema "Instantes". Pareciera que lo cito como propio de Jorge Luis, cuando la intención es otra. (Aunque me queda el beneficio de la duda sobre el autor del mencionado....)

Sí tiene Borges un breve poema llamado "el Instante" en el que con otras palabras expresa lo mismo. ESE es el sentimiento Borgiano en el texto; esa era la intención...aunque cada uno, debe llenar los espacios en blanco con la interpretación que se crea pertinente.

Gracias Cori por tu atención.. Y si, efectivamente TODO PASA.